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Adan Gifre, gerente de Compras de Congelados

Este verano, la opción más “fresca” para tu restaurante son los congelados

18 de junio de 2024

¿Que en verano suben las temperaturas y hay una alta demanda de productos? La hostelería tiene “opciones frescas” para asumir el reto con éxito: ¡los alimentos congelados!

Nuestro gerente de Compras de Congelados, Adan Gifre, nos explica sus beneficios para bares y restaurantes: “Es conveniente comprar productos congelados en cualquier época del año, pero durante los meses de verano, aún más”. ¡Vamos a ver por qué!

  1. Siempre disponibles

Si tienes congelados, tienes frutas, verduras, carne y pescado en cualquier momento. Y si hubiese falta de materia prima por causas como una sequía, problemas logísticos o escasez en los caladeros, el chef puede seguir ofreciendo sus platos típicos porque tiene los ingredientes congelados. ¡Están disponibles todo el año!

  1. Ahorro económico

El precio de los productos congelados suele ser más estable. Además, en verano con el calor, los ingredientes frescos tienen una vida útil más limitada y hay mayor riesgo de que se estropeen. Esto supondría una pérdida económica. Por eso, para Adan, “tener una reserva de alimentos congelados es vital para un restaurante”.

  1. Control de las existencias

Además, muchos de los productos vienen empaquetados en porciones, lo que permite un mejor control de las existencias. Un ejemplo es el pan, que en GM Cash lo ofrecemos en tamaños pequeños y formatos como chapatas, bocadillos, baguetes, pulgas, molletes, hamburguesas, de perritos… para aquellos restaurantes que tiene poco espacio en sus cámaras. “Así les permite descongelarlo a demanda y no tirar nunca”.

  1. Menús más rápidos y eficientes

En muchas ocasiones no es necesario esperar a que los ingredientes se descongelen, porque muchos están precocidos o listos para cocinar y eso les ahorra tiempo y esfuerzo a los chefs en la preparación de los menús. “El cocinero/a puede hacer un sofrito de manera rápida sin que sus platos pierdan sabor o calidad”.

  1. Muchos productos y muy buenos

La variedad de este tipo de alimentos ha aumentado en los últimos años. Ahora tenemos carnes, pescados, verduras, platos precocinados y hasta postres… “¡En nuestros centros ofrecemos helados, tartas, bizcochos, coulants, trufas, profiteroles… ¡La oferta es enorme! Y todos ellos cumplen con unos estándares de calidad máximos”, nos cuenta Adan.

Y como curiosidad, ¿sabíais que hay pescados que se congelan a bordo del barco, en ultramar? “Son productos muy puros, muy frescos, que saben a recién pescados. Además, son alimentos muy seguros alimentariamente ya que han sido congelados al momento de ser capturados y, de ese modo, se elimina el anisakis”.

“A mí me encanta el pulpo natural que tenemos en nuestros cash, ¡es otro nivel!”, nos recomienda nuestro gerente.

¿Y qué pasa con los chiringuitos en verano? Al tener muy poco espacio en sus cámaras son muy fans de los finger food congelados (comida que se come con las manos), por lo que vienen a nuestros centros a comprar prácticamente a diario.

¡Está claro cuál es la opción más fresca de la hostelería en verano!

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